Aquesta pàgina web es diu “Els papers de Pickwick” en honor de la primera i molt famosa novel·la de Charles Dickens. No és que en aquest llibre de l’escriptor anglès els quatre membres del club d’aquest nom llegeixin gaire, perquè més aviat viuen aventures d’allò més diverses, cometen entremaliadures molt ingènues i són protagonistes de platxèries amoroses i de plets rocambolescos.

Però és un fet que moltes generacions d’escriptors de tot el món han considerat Els papers pòstums del club Pickwick una de les novel·les més glorioses, amenes i instructives de tota la història de la literatura universal.

Molt poques novel·les haurien pogut donar el seu nom, amb tant de mèrit i d’encert, a una pàgina web que pretén, abans de res, fer feliços els seus lectors amb tota mena d’informacions sobre la literatura dels nostres dies i de sempre.

Jordi Llovet

dijous, 25 de juny del 2009

El final del desfile

El final del desfile. Ford Maddox Ford. Random House Mondadori
Traducción de Miguel Temprano García
“Una vez había oído decir que la humanidad se componía de intelectos exactos y constructivos por un lado y por el otro de carne de cañón para llenar los cementerios.”

El viejo continente está a punto de saltar hecho pedazos con el riesgo, que el futuro confirmaría, de arrastrar en su caída al civilizado mundo occidental, mientras la clase media inglesa, los terratenientes, los exalumnos de Oxford y las piezas de la inextricable burocracia ministerial siguen preocupados por sus amantes, sus carreras de caballos y los movimientos en el escalafón. El mundo conocido está a un paso de sucumbir e Inglaterra no es que mire hacia otro lado sino que está a punto de caer hipnotizada por su propio ombligo. Incluso una vez ha estallado el conflicto y los protagonistas se ven irremediablemente envueltos en él –recordemos que es la primera contienda denominada, contemporáneamente, “La Gran Guerra” y “Primera Guerra Mundial” con posterioridad-, no es el patrotismo lo que los lleva al frente; antes bien, la movilización, a menudo voluntaria, no es más que un modo justificado y raramente censurable de escapar de los acreedores, de una amante desechada… o del propio aburrimiento.

El final del desfile no es tanto un libro antibélico –por más que sea uno de los mejores textos sobre la Primera Guerra Mundial, complemento imprescindible de esa otra gran obra de Ford Maddox Ford, El buen soldado- como una sátira despiadada de una clase social que cree entonar su último lamento, su postrer canto de sirena creyendo salvar a la patria, cuando en realidad es el último clamor ante su desaparición.

Joan Flores. Llibreria La Llopa

dimarts, 23 de juny del 2009

Los huesos de Descartes



Los huesos de Descartes. Russell Shorto, Duomo Ediciones.
Traducción de Claudia Conde

Ni siquiera la consideración de René Descartes como fundador del racionalismo y, como consecuencia, precursor de la modernidad, ahorró a sus restos la consideración, por parte de sus allegados intelectuales, de reliquia, laica, eso sí, pero reliquia al fin y al cabo. Russell Shorto, director del John Adams Institute de Amsterdam y colaborador habitual del New York Times Magazine, nos relata, con un detalle que a veces puede parecer excesivo pero que siempre es siempre interesante, el peregrinaje de 350 años de los restos del filósofo francés desde Estocolmo, donde falleció y fue enterrado por primera vez, hasta el que se supone que debió ser su lugar de descanso definitivo: un entierro en un camposanto discreto cercano a Estocolmo, el accidentado traslado a Francia, su inicial inhumación en Sainte Genevieve, la propuesta de traslado al laico Panthéon en tiempos de la Revolución… al mismo tiempo que sigue la peripecia de su cráneo, desgajado del esqueleto durante su primer traslado, hasta su ubicación actual en el Musée de l’Homme parisino.

Al mismo tiempo que el autor nos informa del periplo de los huesos del filósofo, intercala en la “acción” una serie de pasajes relativos a ciertas áreas de las ciencias naturales, anatomía y psicofisiología, sobre todo, que no sólo no suspenden la narración, sino que constituyen una excelente introducción a algunas de las corrientes filosófico-biológicas –aquella disciplina que en tiempos de Descartes se llamó filosofía natural y a la que los progresos científicos obligaron a desgajarse en mil disciplinas aisladas- de los tres últimos siglos, que constituyen otro tipo de piezas del ingenioso rompecabezas compuesto en torno a los restos del filósofo, y que consiguen pespuntear un ensayo que, sin ningún ánimo peyorativo, se lee y se disfruta como una novela.

Joan Flores. Llibreria La Llopa

diumenge, 21 de juny del 2009

¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?


¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo de patio?
Georges Perec, Ediciones Alpha Decay.
Traducción de Marisol Arbués y Hermes Salceda

¿Para qué en estos tiempos, y con la que está cayendo, en el sector del libro y en todos los demás, se edita un Perec, por más que se trate de un inédito?

Esto no es una respuesta, es simplemente el primer párrafo de ¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo de patio?, pero puede ayudar a responder a la pregunta: “Había un tío, lo llamaban Karamanlis, o algo así. ¿Karatoro? ¿Karavaca? ¿Karagüevo? Bueno, Karaalgo. En todo caso, no era un nombre cualquiera, era de esos que se te quedan, que no olvidas así como así.”

Un insólito y estrambótico grupo de amigos, que suelen compartir pantaguélicas comilonas y etílicas y ahumadas sobremesas, tienen que acudir en ayuda de un conocido, amigo a su vez del propietario de ese petit vélo à guidon chromé au fond de la cour del que nos habla el título, que no quiere ser movilizado para la campaña de la guerra de Argelia que promueve el general De Gol (sic). Teniendo en cuenta las particularidades de los componentes del grupo, no es de extrañar que la batería de soluciones sean absolutamente desquiciadas, aunque la propia disparidad de opiniones facilita una vía de solución que, a pesar de no contar, en principio, con el favor del interesado, es validada por la mayoría de la asamblea. La ejecución y consecuencias de esa solución se resolverá en un sorprendente e hilarante final digno de los hermanos Marx.

Perec es un escritor anacrónico, de otro tiempo, que no tiene nada que ver ni con el mercado bestselleriano ni con la binarización de la cultura -1, todo; 0, nada-: es un escritor de matices, de un gusto exquisito aunque frecuentemente se sirva envuelto en modesto papel de estraza; leer a Georges Perec es, sobre todo, divertido y hasta orgiástico porque el parisino es un gamberro es su acepción más literal, un autor que escapa a cualquier intento de clasificación porque sobrevive a los intentos de escasillarlo escurriéndose de entre las pinzas de los asépticos canonistas con una puñetera sonrisa de despedida. Sin embargo, ahí quedan, para la verdadera posteridad y para escarnio de rankings, además de otras joyas de pequeño formato, un Prix Renaudot a los 29 años por Las cosas (Les choses, 1965), un imposible e inigualado tour de force alfabético en El secuestro (La disparition, 1969) y una de las novelas mayores del siglo XX, magna síntesis de su poética, La vida: instrucciones de uso (La vie: mode d’emploi, 1978).

Si son lectores de Perec, corran a por esta escurridiza joya de envoltorio tan modesto y de título tan fantástico; si no lo son, no cabe duda de que este petit vélo es una excelente introducción al peculiar mundo, aunque decir universo sería más justo, de uno de los últimos escritores geniales (de genio: inteligencia o talento extraordinario, que produce creaciones artísticas, literarias o científicas, originales y de excepcional valor) de la vieja Europa.

Por cierto, mi respuesta a la pregunta del primer párrafo es la siguiente: para solaz de los lectores que se lo merecen. Es posible que para el editor no sea suficiente, pero lo indudablemente cierto es que pocos autores ofrecen una recompensa del mismo calibre que la lectura de Perec.

Joan Flores. Llibreria La Llopa

dijous, 11 de juny del 2009

El papel de mi familia en la revolución mundial

El papel de mi familia en la revolución mundial. Bora Cosic, Minúscula, 2009
Traducció de Luisa Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pištelek

Recordeu quan erem petits i a l'escola ens feien fer una redacció, sovint amb la familia com a tema? Doncs això el que ens presenta l'editorial Minúscula. La història d'una familia de Belgrad durant els anys en que la ciutat canvia nazis per soviètics. I aquesta és la gràcia del text, el to de redacció infantil que no innocent; on cada membre de la familia té el seu paper i la seva veu peculiar: el pare bevedor, l'àvi càustic, el picant tiet, la laboriosa mare. Sornegueria a vessar per explicar-nos què significa tenir la familia com a principal ocupació, amb la impertinència del poder polític de l'època com a rerafons.
Marta Ramoneda. Llibreria La Central

dijous, 4 de juny del 2009

Carrer de les Botigues Fosques/Calle de las Tiendas Oscuras

Traducció de Joan Casas
Calle de las Tiendas Oscuras. Patrick Modiano, Anagrama
Traducción de Maria Teresa Gallego Urrutia


¿Acaso no se esfuman en el crepúsculo nuestras vidas con la misma rapidez que un disgusto infantil?

Inscrita en la reciente y bienvenida afluencia de títulos de Patrick Modiano a los anaqueles, Anagrama y Proa recuperan este Premio Goncourt de 1978, Rue des boutiques obscures, cuando su autor contaba con apenas 33 años, inédito hasta hoy en castellano.

En él se dan cita ya, a pesar de ser una de sus primeras obras, algunos de los principales leit motiv que han hecho de Patrick Modiano uno de los escritores europeos con más y merecido prestigio: la soledad inevitable a la que nos enfrentamos cuando queremos recuperar nuestro pasado; la búsqueda de una identidad, en ese caso, la del propio narrador, a través de la memoria; el París poliédrico como lugar eminentemente literario; y la época de la ocupación, una de las épocas más oscuras de la historia francesa reciente, con la que el autor pasa cuentas de manera poco complaciente. Todo ello, con la precisión estilística y la economía de medios característica del autor francés.

La memoria es unos de los temas recurrentes en la obra de Modiano; no tanto la memoria como contenido sino como proceso activo. Es bajo ese supuesto que se plantea la suposición de que si la memoria es el poder de reconstruir nuestros recuerdos mediante la ligazón de ciertos hechos asociados, una especie de conjunto de hitos que nos auxilian a reencontrar un camino ya recorrido en el pasado, debemos esa reconstrucción a la huella que esos hechos, ciertas personas o algunas cosas han dejado en nosotros. Pero no acaba aquí la hipótesis que plantea el autor, sino que avanza un paso más en el poder generador del recuerdo: tal vez, contrariamente a lo que sugiere la intuición, también las cosas mantienen huellas de nuestro paso, aun careciendo de capacidad memorística, y es posible reelaborar nuestros recuerdos no mediante las huellas que han dejado las cosas en nosotros sino a través las que hemos dejado nosotros en ellas: una especie de memoria sin sujeto no susceptible de contaminación.

Al fin y al cabo, si nos fuera concedida la posibilidad de recordar todo aquello que hemos olvidado, ¿es tan seguro que aceptar fuera la opción más conveniente? Los buenos momentos olvidados que podríamos revivir, ¿compensarían aquells olvidos que por nada del mundo quisiéramos recordar? ¿Estaríamos tan seguros de la integridad del ovillo como para tirar despreocupadamente del hilo?

Hay ocasiones, sin embargo, que coinciden sospechosamente con aquellos recuerdos que sí deseamos recuperar, en las que el fogonazo instantáneo de una cara que desaparece justo antes de recoconocerla; una frase que nos ha parecido oir al otro lado de una puerta que se cierra; el vislumbre de una luz amarilla y pálida al otro lado de una ventana a través de la niebla, constituyen instantes en que parece que las compuertas del recuerdo están a punto de facilitarnos un acceso que se nos cierra justo cuando iniciábamos el movimiento para atravesarlas… Casi sin apercibirnos, el recuerdo ha huido.

En todo caso, Modiano nos plantea otra cuestión sobre la que vale la pena reflexionar: el intento de reconstrucción del propio pasado puede conllevar un peligro asociado: al prestar atención y dar relevancia a una serie de pistas falsas, por más verosímiles que nos puedan parecer, el personaje que acabamos construyendo puede que no tenga nada que ver con el personaje original: en lugar de utilizar los recuerdos para reconstruir un pasado, acabamos inventando uno.

El pasado siempre se encuentra en el fondo de un pozo, y el camino de descenso, pues recuperarlo es siempre bajar por una inestable y frágil escalera, no es fácil: siempre existe el peligro de resbalar, de dar un pas en falso, o de no apercibirse de ese escalón que falta, caer inevitablemente al abismo. Un abismo, por otra parte, del que ya no es posible escapar. Y es que las huellas del pasado son las más fáciles de borrar porque se desvanecen solas, y lo que fuimos en ese tiempo no es más que una vida inventada poblada de espectros.

Todo ello, como casi siempre en Modiano, en un París real pero con trazas míticas, esa ciudad que opera como un personaje más, y que es el mapa donde se sitúa la acción de los diversos personajes, tanto los que aparecen como aquellos de los que solamente queda, otra vez, su recuerdo, “itinerarios que se cruzan, entre todos cuantos recorren por París miles y miles de personas igual que miles y miles de bolitas de un gigantesco billar electrónico que, a veces, tropiezan entre sí. Y de todo eso no quedaba nada, ni tan siquiera el rastro luminoso que deja el paso de una luciérnaga”.

Joan Flores. Llibreria La Llopa

dimarts, 2 de juny del 2009

La febre Larsson


Dues setmanes abans de la sortida de la tercera entrega del “Mil.lenium” de Stieg Larsson, s’estrena als cinemes l’adaptació del primer lliurament, Els homes que no estimaven les dones(Män Som Hatar Kvinnor, Suecia 2009), dirigida per Niels Arden Oplev i interpretada per Michael Nyqvist i Noomi Rapace. La pel·lícula, llarga (148 min.), no aconsegueix l’atmosfera ni l’apassionament que ha tingut la novel·la en una majoria immensa de lectors. Cal destacar el treball de l’actriu Noomi Rapace, que interpreta i conveçs a l’extravagant Lisbeth Salander(segons Larsson, el personatge de Lisbeth està inspirat amb el de la famosa sèrie de televisió dels anys 70, “Pippi Calzaslargas” -"Pippi Langstrump”-, tal i com seria als 25 anys); en canvi, l’actor Michael Nyquist no és tant convincent en el seu paper del protagonista Mikael Blomkvist. El pes de la novel·la fa mal a la pel·lícula. La majoria de la gent que ja ha vist el film opina, una vegada més, que la novel·la és molt millor que la pel·lícula.

Ja ho deia el gran Alfred Hitchcock, mai s’ha de portar una bona novel·la al cinema, aquesta s’ha de llegir.
Pels que esteu impacients en llegir la tercera i última part escrita del "Mil.lenium", amb el títol La reina al palau dels corrents d’aire, sortirà a la venda, en català editada per Columna i en castellà per Destino, el dijous dia 18 de juny. En canvi, pel que fa a les pel·lícules, la segona està prevista que s’estreni a finals del 2009, i la tercera a principis del 2010.

Larsson havia previst escriure deu novel·les per completar el seu “Mil.leniun”. La mort sobtada, als 50 anys, uns mesos abans que es publiqués la primera de les tres novel·les, ens ha deixat orfes de saber com seguirien les aventures de Lisbeth i Blomkvist. Pels que s’han quedat amb les ganes de seguir llegint Larsson, us aconsello la lectura de les novel·les de Mari Jungstedt (Estocolm, 1962) , que ja li diuen "la reina de la novel·la negra sueca". Té alguns llibres editats en castellà a l’editorial Maeva. Columna, ara, està editant en català les seves històries. La primera, Ningú no ho ha vist amb traducció de Núria Vives. Àlex Gombau, el traductor de la primera part del “Mil.lenium”, està traduïnt les altres històries d’aquesta autora sueca i, segons ell, estan molt bé, son molt originals i tenen molta gràcia.

Hi ha una parella de periodistes suecs, una dona, Maj Sjöwall (1935) i un home, Per Wahlöö (1926-1975) que a l’any 1965 van publicar Roseanna i van crear un personatge de novel·la negra anomenat Martin Beck. A partir d’aquesta, el personatge va ser el protagonista de diverses novel·les del gènere. Algunes d’elles han estat editades en castellà per RBA a la col·lecció de Novel·la Negra, amb títols com, Roseanna, El hombre del balcón, El hombre que se esfumó o El policia que rie. També algunes de les novel·les, han estat adaptades per al cinema: pel·lícules com “Roseanna” (1965) de Hans Abramson; “San Francisco, ciudad desnuda” (1973) de Stuart Rosenber, en la que l’actor Walter Maathau interpreta al protagonista Martin Beck i que era una adaptació d’El policia que rie; o un altre, dirigida l’any 1980 per Péter Bácso, “Mannen som Gick upp i rok”, amb l’actor anglès Derek Jacoby en el rol de Martin Beck.
Aquests dos escriptors van influir molt a Stieg Larson a la hora d’escriure la seva trilogia. Per tant, desesperats de més material del malaguanyat Larsson, sempre us quedaran aquests altres autors dels que ja es poden trobar alguns títols a RBA i, ara, l’editorial Columna, acaba de treure “Roseanna” i "L'home que es va esfumar", tots doa traduïts per Alexandre Gombau. Aquesta editorial té la intenció d’anar publicant els altres títols en català.
Guillem Terribas. Llibreria 22